El suceder evolutivo del espíritu a través de la individualidad de cada Ser, es trascendental a cualquier proceso, religión o práctica.
Los linajes, religiones, procesos, conceptos, filosofías, son la prolongación del entendimiento que nuestros ancestros han realizado en el arte de aprender a vivir la vida y en el núcleo de todas estas tradiciones y linajes se encuentra la convergencia de la información suprema, la verdad que por siempre es.
Si cualquier de estos procesos, medios, prácticas nos ayudan a llegar a la naturaleza propia de nuestro intimo sentimiento de amor, es un tesoro mágico y valioso, pero la mayoría de veces terminan siendo jaulas conceptuales y estructuras de división, juicio y no de integración.
Como atrevernos a definir y encapsular la realidad ultima desde nuestros símbolos racionales?
El enlace intimo de cada individuo con el espíritu es único e irrepetible, y es desde esa conexión que logramos vivir desde el amor que no exige, desde el disfrute sublime de cada instante con su suceder único y desde el silencio que abraza a toda la creación.
Esta infinita exploración es la que nos lleva a nutrirnos de los procesos ancestrales que nos guían y abren la puerta hacia la realización.
En este caso las herramientas que han inspirado y ofrecido una plataforma desde donde indagar, son el Yoga, la sabiduría ancestral indígena de sur américa y el legado occidental del desarrollo racional y artístico.
A todas estas herramientas las honramos, poniéndolas cada una en un lugar adecuado dentro de la trascendental experiencia individual del Ser, integrándolas desde el respetuoso misterio que nos acoge y nos trasciende.
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